Cómo organizar una fiesta sorpresa en casa

Para empezar, debes estar seguro de que la persona homenajeada estará cómoda y encantada con la idea de una fiesta sorpresa. Esto es básico y fundamental. No todo el mundo disfruta con este tipo de celebraciones, así que lo primero y realmente importante es tener claro que el invitado de honor lo pasará genial. Si conoces bien a esa persona, no te resultará difícil saber si merece la pena ponerte a organizar una fiesta sorpresa en casa.

Comienza por elegir una fecha anterior al evento, es decir si es una fiesta sorpresa de cumpleaños si se hace en el mismo día no tendrá el mismo efecto porque puede que esté esperando algún tipo de detalle, regalo o incluso una fiesta. Cuando elijas la fecha, debes asegurarte de que todos los amigos del invitado de honor pueden acudir. Hazlo con suficiente antelación y así la gente podrá organizarse las agendas y estar disponibles sin problemas.

Como la fiesta va a ser en casa, quizá podrías despistar al invitado especial diciendo que podrían quedar en algún lugar que no plantee ninguna sospecha, en casa de un amigo, en la bolera o en algún bar habitual. Es decir, elige un lugar que sea lo más normal posible para que ni se imagine que en casa tendrá alguna sorpresa. Asegúrate de que en casa hay suficiente espacio para hacer la fiesta y si no recurre a casa de algún amigo o familiar.

Una vez tengas escogido el sitio, piensa en la posibilidad de hacer una fiesta temática que pueda ser de interés para tu invitado y todos los amigos. Un tema siempre es divertido y motivará mucho más a la gente, las personas podrán ir disfrazadas, enviar invitaciones especiales y decorar la zona de la fiesta con el tema seleccionado. Como el invitado de honor no sabrá el tema, cuando llegue a la fiesta podrás taparle los ojos y darle indicaciones para que se transforme y encaje en la celebración.

Deberás hacer la selección de los invitados y aquí tienes dos alternativas. Puedes optar por una reunión de amigos pequeña y agradable o por una grande y tumultuosa. Esto debes pensarlo muy en serio teniendo en cuenta la personalidad del invitado de honor. Un grupo pequeño de personas es más sencillo de controlar, hay más intimidad, se puede hablar más, es menos jaleo y según el espacio disponible quizá sea más factible.

Si prefieres que la fiesta sea con muchos invitados, tendrás más dificultades para coordinar la fiesta y su divulgación, hará falta más espacio y más recursos. Piensa seriamente en las posibilidades y también en las personas que deben estar sí o sí en la fiesta, no se trata de que invites por invitar, deben ser amigos o familiares con los que mantenga una buena relación.

Tendrás que hablar de la fiesta sorpresa a cada uno de los invitados para que nadie diga absolutamente nada de esto al invitado de honor y para que los que no han sido invitados no se enteren. Es fundamental que nadie haga planes con el homenajeado el día previsto y evitar por todos los medios que se difunda información sobre la fiesta en redes sociales. Para controlar todo esto, hay que hablar de la fiesta con cada invitado en persona o incluso por un email personalizado para que quede constancia de con quién has hablado. Así evitarás el riesgo de que se arruine la sorpresa.

Tendrás que hacer planes con el invitado de honor para que ese día especial quede reservado. Es importante para que no llegue el último momento y tengas que pedirle de forma precipitada que quede contigo. Da igual lo que le propongas, solo debes asegurarte de que está comprometido contigo. Y recuerda a todos los invitados e incluso no invitados que no hagan planes con el homenajeado porque ese día es para darle la sorpresa que estás preparando.

Una vez todo el mundo está avisado procede con los planes y pide a algún buen amigo que te ayude con toda la organización. Hay muchas cosas que hacer y así dividirás la carga de trabajo. Debe ser una persona muy cercana al invitado especial, que lo conozca bien para estar motivado, involucrado y aporte buenas ideas. Esa persona, además, se encargará de estar con el invitado de honor mientras recibes a todos los amigos o familiares en casa.

Ponte manos a la obra con todos los suministros, comida, bebida, disfraces e incluso decoración teniendo en cuenta el tema escogido. Al realizar la fiesta en casa, procura que todo lo que has comprado esté bien escondido o camuflado para que el invitado no lo vea. Deja la comida y el pastel para el último momento para que nada se estropee y no tengas que dar explicaciones. Incluso podrías guardar algunas cosas en casa de algún amigo para evitar estropear la sorpresa. Y el mismo día de la fiesta lo recoges de casa de tu cómplice para empezar a montarlo todo sin el invitado por casa. La noche de antes vuelve a confirmar con todos que vienen a la fiesta para evitar imprevistos, puedes hacerlo por email, a través de un grupo de WhatsApp o incluso llamar para tener confirmación definitiva. Y recuérdales que vengan vestidos y con los accesorios adecuados para la fiesta temática sorpresa.

El día de la fiesta sorpresa solo tendrás que preparar, decorar y comprar la comida necesaria para todos los invitados con el tiempo suficiente por si se presentara tu invitado por sorpresa. Es importante que la gente haya sido más que puntual para que estén todos cuando llegue. Apóyate en tu cómplice para que te traiga cosas que faltan o pida a algunos de los invitados que lleven algún objeto especial para dar la bienvenida al homenajeado. Ahora solo queda esperar a que el homenajeado llegue con el cómplice, cuando entre alguien debe taparle los ojos y llevarlo a una habitación para que se disfrace y, después, a disfrutar de la sorpresa.

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