Una cena o comida de empresa es un evento especial que se organiza, a veces, una vez al año como mucho, y que supone una oportunidad estupenda para que los compañeros entablen mejor relación entre sí y con sus superiores. Por eso es importante que sea entretenida, porque de no serlo puede provocar lo contrario de lo que se pretende. Por ello, en este artículo de unComo te damos algunos consejos sobre cómo animar una cena de empresa.
Amigo invisible. Es una dinámica que casi siempre funciona bien en grupos de amigos, y también para eventos como cenas de empresa. Se hace un sorteo algunos días o semanas antes y en el momento del evento, mejor si es después de la comida, se entregan los regalos. Así también se obliga a los compañeros que no se conocen muy bien entre sí a investigar sobre sus gustos o aficiones.
Bingo con sorteo de regalos. Es similar a la anterior, pero con el componente del azar. Se compran todos los regalos previamente sin saber para quien, y en un momento de la fiesta se hace un sorteo con un bingo o ruleta. Habrá más de un regalo que no tenga nada que ver con los gustos de su destinatario, y es entonces cuando surgen las risas.
Karaoke. Puede ser tanto una bendición como una maldición, dependiendo de quien coja el micrófono, pero en general un karaoke —sobre todo al final de la fiesta— suele ser algo que siempre anima a los participantes en una cena de empresa. Sobre todo si es el jefe o el compañero más serio el que se decide a cantar.
Concurso gastronómico. Se puede organizar una especie de concurso gastronómico entre trabajadores o por departamentos, dependiendo del tamaño de la empresa. Así se soluciona el problema de la cena, se hace participar a la gente y seguro que más de uno descubre a un talento culinario desconocido en su compañero de oficina.
Evitar los discursos. No está mal que el jefe dedique unas palabras aprovechando que se reúnen todos los trabajadores, pero hay que tener claro que esto no se trata de una reunión en el centro de trabajo. Más bien se puede aprovechar para dar unas breves palabras de ánimo improvisadas.
Espectáculo de magia. Un clásico que nunca falla. Contratar a un mago para que haga trucos, cuente algún chiste y reparta regalos, se ha convertido en una costumbre muy extendida en algunas cenas de empresa, ya que ofrecen algo diferente y hacen participar a los empleados. Y si en la empresa hay algún empleado que en sus ratos libres también se dedique a hacer trucos de magia, aquí puede tener su particular momento de gloria.
Actuación musical. ¿Qué mejor para animar una fiesta que tener música en directo? Los grupos de versiones de canciones populares de los 80 y 90 están muy de moda, por ejemplo, y siempre tiene más aliciente que poner música enlatada.
Regalos para cada comensal. Una forma de empezar con buen pie la cena es que al llegar cada invitado se encuentre en su mesa un pequeño obsequio, que incluso puede ser personalizado. No tiene por qué ser algo muy elaborado, ya que va a ser algo inesperado y lo que importa es el detalle. Mejor algo simpático y con algún mensaje positivo, por ejemplo tazas, tarjetas o agendas.
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